Agua va

En los meses de verano se celebran fiestas en la gran mayoría de la geografía española y si hay un elemento unificador de todas esas fiestas es el vino. En España siempre ha habido tradición del buen comer y el buen beber.

Tanto es así que en este momento hay hasta 57 denominaciones de origen de vinos en España (y eso que la denominación de origen Calimocho o Kalimotxo -para no herir sensibilidades- todavía no existe).

El vino es como cualquier otro producto... se divide en dos categorías fundamentales: el bueno y el que nos podemos permitir la mayoría. Aunque claro siempre habrá el exquisito/a de paladar que me dirá que consume Don Simón porque a él/ella el Vega Sicilia le parece un vino seco. Posiblemente tenga toda la razón pero en todo caso que se estire unas botellitas porque a mi también me gustaría poder llegar a esa conclusión. Y conste que no me cabe ninguna duda de que el Calimocho/Kalimotxo, el tinto de verano o la sangría están mucho mejores con según y que vinos. Pero claro, hay alguna gente de esa que se dedica a meter la nariz en las copas (una gran demostración de educación) que dirá que es un sacrilegio hacer según y que mezclas... Vale, pues que se beba el Don Simón solo a ver si tiene lo que hay que tener.

Tema aparte es el de la moderación en el consumo... efectivamente hay que disfrutar la calidad por encima de la cantidad. A ver si toman nota de una maldita vez para que nos toque más a los demás. Si es que mucha gente sabe que a partir de cierta cantidad le hace daño... que no corra riesgos, que evite situaciones potencialmente peligrosas y que nos deje a los que no nos hace daño que nos entendamos con él.

Espero que este texto sirva para concienciar a muchas personas de que abandonen el consumo de vino por su propia salud.

Por cierto y para que me desvisceren sin anestesia: No me gustan especialmente ni Rioja, Ribera del Duero, Rias Baixas (Albariño)...Entre los blancos: Valdeorras (Godello) y Penedés y Tintos: Somontano, Navarra y Valdeorras (Mencía). Cariñena, Toro y Méntrida cuando se pretende tener cierto aturdimiento neuronal.