jueves, 15 de julio de 2010

Año Jacobino

Santiago de Compostela está viviendo la invasión de una tribu bárbara conocida como "peregrinos"... Los miembros de esta tribu son seres parasitarios que tienen una habilidad peligrosísima: estorbar. Da igual que sean aceras, calzadas, direcciones prohibidas... el peregrino es inmune a todo ese tipo de amenazas...

Además vienen equipados con todo tipo de palos, bastones de montaña o demás artilugios que sirven para montar ruído, deteriorar las calles y propinar generosos mandobles a quien tenga la desgracia de cruzarse en su camino.

Ventajas que aporta ser un destino turístico y vacacional económico... está al alcance de cualquier bolsillo y además siempre puede justificarse detrás de la excusa de la fe.

Porqué está muy bien toda la parafernalia de la mochila, la confraternidad en el Camino, lo bonito y espiritual de los paisajes... son gente que dan un par de vueltas por el casco histórico y que con un poco de suerte se toman un refresco y un bocadillo en un bar; pero las infraestructuras hay que crearlas y mantenerlas, los "nativos" tienen que seguir desempeñando sus trabajos y obligaciones diarias y todo eso no se valora.

El turista en general siempre suele ser un elemento extraño e incómodo: no conoce, vaga, tiene un ritmo pausado y cansino, estorba... pero si además de todo eso deja ingresos económicos pingües todo es más llevadero. Imagínense lo que significa soportar esas mismas características ya citadas y tener que hacerlo por amor al arte...

Nos ha jodido Mayo con las flores. Dos máximas: "Peregrinos, go home" y la nueva receta gastronómica gallega: "Peregrino á feira".

Pd: En Caravaca de la Cruz también es año santo y en León ya dan absolucion plena para quienes no puedan llegar a Santiago....

1 comentario:

  1. Te veo muy hasta los mismísimos. No me extraña, la saturación compostelana me ha llevado a batirme en retirada hasta mis cuarteles de verano, al borde del mal y con temperaturas más templadas.

    En año santo sólo hay una cosa peor que los peregrinos: los jubilares, aquellos que llegan en avión o autobús sólo para pasar por la puerta Santa. Terribles, sobre todo porque, si no peregrinan es porque no pueden caminar.

    Lo que más me apena es que tanto unos (peregrinos) como otros (jubilares)llegan a Santiago con un desconocimiento absoluto de la ciudad y con ninguna gana de saber. Se aferran a cuatro chascarrillos populeros (como el dichoso santo dos croques, que nin croques nin santo nin Maestro Mateo), te preguntan por un montón de sitios y gilipolleces que no existen, como "el sitio donde se mete la cabeza" (se me ocurren unos cuantos pero va a sonar soez...). Lo mejor es que si no escuchan lo que quieren te miran con desprecio.

    En fin, que me estoy cabreando y no es plan...

    Un abrazote

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