jueves, 22 de julio de 2010

Un día en las carreras

Se ha tildado mi sentido del humor de corrosivo y la verdad es que se ciñe bastante a un concepto de definición. Para mi una situación de lo más humorístico (e inteligente) es que a las puertas del Teatro Campoamor de Oviedo el mismo día en que a Fernando Alonso le van a hacer entrega del "merecidísimo" premio Príncipe de Asturias de los deportes, alguien tenga la brillante idea de aparecer con una pancarta con el texto "Oviedo con Kimi Raikkonen".

Eso es humor, porque refleja un malestar y una carga de mala uva considerables y porque es algo que nadie se hubiese imaginado.

Otra demostración de humor: Jose Carlos Molina Nieto, el flautista de Legazpi y alma mater de los Ñu: "Oigan ustedes yo tengo una granja y quiero aprender a tocar la guitarra, comprarme una moto y hacer una banda de cerdos rockeros que toquen la flauta".

Brillante, bonita andanada a muchos de sus colegas de fatigas. Para escribir eso hay que tener talento y la valentía suficiente para aguantar las respuestas que no se harán esperar y que no serán precisamente cariñosas.

Se trata de una actitud vital, de una declaración de intenciones en toda regla. Hay a quienes nos pega y hay a quienes no les va... cada uno es quien es, pero está claro que más divertido y más gracia tiene de esta forma.

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