jueves, 24 de junio de 2010

Veinte años después

Los veinte años son una cifra aproximada porque nunca hemos tenido demasiado claro cual fue el año en el que nos liamos la manta a la cabeza y decidimos organizar nuestra primera hoguera para celebrar el solsticio de verano (para otros las hogueras de San Juan pero ahora no es el momento de abrir un debate sobre la cristianización de algunas tradiciones paganas).

Han sido muchos años de desvelos, de esfuerzos, de dificultades de todo tipo... problemas para obtener los permisos, cambios de ubicación de última hora, denuncias, policias municipales... buscar madera donde buenamente se podía para tener algo que quemar, "mendigar" dinero entre los vecinos para que aquel invento que costaba un montón de trabajo no costase también dinero, etcétera, etcétera.

Han sido muchas toneladas de madera a transportar y muchos kilos de sardinas a transportar, limpiar y asar, mucho humo tragado y mucho trabajo de limpieza para que no te reconozcan ni el esfuerzo.

Hace un año decidimos que nos plantábamos, que hasta aquí habíamos llegado y que ya estaba bien de hacer el primo (se llega a este tipo de conclusiones despues de que por tus manos hayan pasado 60 kilos de sardinas una por una -y puedo asegurar que son muchas sardinas-).

Supongo que con el paso del tiempo se fue perdiendo la ilusión igual que para muchos otros proyectos que se han ido quedando por el camino. Al final todo es silencio, todo son recuerdos selectivos... ir a exámenes después de estar asando sardinas toda la noche, ir a trabajar sin dormir y sobre todo el inconfundible olor a sardina ocupando tu sentido del olfato durante días (cuando no acababas soñando con las susodichas sardinas), jornadas maratonianas en las que lo mismo hacías de recaudador de "impuestos" que de improvisado "aizkolari", limpiador de sardinas o alquimista de sustancias alcoholicas bastante discutibles.

Todo eso y mucho más siempre de forma altruista... como casi todo lo que uno ha hecho y para que al final... por algo nos habremos "jubilado" digo yo.

"Mierda de vida" que diría Don Diego.

4 comentarios:

  1. Me pareció muy fuerte que por un trozo de hormigón roto os quisieran timar con mil euros...

    Hoy también es día de fiesta en mi tierra, pero como estoy "secuestrada" en Toledo... a trabajar que llego tarde

    ResponderEliminar
  2. Nosotras las brujas estuvimos en las hogueras de nuestro nuevo barrio. Ya me acordé de ti, ya, solo que allí en vez de sardinas asaban costillas. Hasta saltamos la hoguera y todo... aún tengo un cierto olorcillo a "eau de calorreau". Que pena lo vuestro, al final a claudicar.

    ResponderEliminar
  3. A la fuerza ahorcan y uno ya está al cabo de la calle de que los proyectos e ilusiones se vayan quedando por el camino. No deja de ser la simple constatación de un hecho que se venía fraguando desde bastante tiempo atrás, nadie se moja y todo son posturas acomodadas. Está claro que "apostar por el rock and roll" no está demasiado de moda y andar con el paso cambiado cada vez va costando un poco más. Hay que joderse, es lo que toca.

    ResponderEliminar
  4. Seguro que los bastardos que se plantan año tras año en la Pescadería Vella pa´jodienda de los vecinos no han tenido problema y ni siquiera la grúa y el clan de los camiones habrán sido óbice. El año que viene ya sabéis: os disfrazais de sepulcros blanqueados, digo, galleguistas!! (en qué estaría yo pensando...)

    Por cierto que me he decidido a abandonar oficiosamente Compostela. Estoy hasta los mismísimos y me he venido al norte. Bajaré un día a la semana (si son dos será porque me retienen). Te iré informando puntualmente.
    Bikiños

    ResponderEliminar