jueves, 17 de junio de 2010

Los años bárbaros.

Me gusta mucho conducir, me encanta recorrer kilómetros en coche, en muchas ocasiones no voy a ningún lugar concreto... simplemente disfruto conduciendo porque me abstraigo, no me dedico a pensar sino que simplemente me centro en conducir.

Gracias al gusto por la conducción he descubierto un montón de lugares interesantes, he visto cosas de las que solo había oído hablar y que han servido para saciar parte de mi curiosidad y al mismo tiempo para enriquecerme con nuevas experiencias. Pero de lo que no me cabe duda es que muchas de esas experiencias hubiesen sido más enriquecedoras de haber compartido esos viajes con otras personas. En esto, como en todo, hay preferencias... hay personas en concreto con las que me encanta viajar y asi lo he reconocido. Compartir viajes con personas con unos gustos complementarios con los de uno es una experiencia realmente única y satisfactoria.

La mayoría de los viajes que realizo los hago en solitario por diversos motivos: por simpleza (tengo un rato libre y me voy a la aventura, sin organizar nada y sin tener que estar pendiente de nadie); otro motivo es que las personas con las que me gusta viajar no suelen estar lo suficientemente cerca como para poder compartirlo y en tercer lugar porque soy un individuo bastante "asocial" y me cuesta relacionarme con personas que estén a mi alrededor o que sean accesibles. Supongo que hay varios motivos para esto y tampoco no me voy a poner a analizarme en este momento.

Es un problema que tengo localizado y al que quiero poner solución. La solución pasa por una ruptura, por situarme en ambientes nuevos en los que tenga que relacionarme, salir del ambiente viciado en el que me muevo.

La tarea es considerable pero absolutamente necesaria y como siempre tendrá que ser por las bravas "por ser vos quien sois".

No me queda nada por vaciar, estoy a cero y agotado.

1 comentario:

  1. No me gusta el tono negativo de estas últimas entradas de blog. Pensé que andabas con otro espíritu. Pero si no, bienvenido al club de los derrotados, por aquí te hacemos un hueco

    ResponderEliminar