martes, 18 de mayo de 2010

Ítaca

Vamos a por el cuarto capítulo de las "reflexiones"...

El "tiempo" como elemento fundamental en la formación del "ser social" se supone en que hay un momento para la "inconsciencia" que es la juventud y que a partir de ahí vas madurando, vas cogiendo conciencia de lo que es el "mundo real", las "obligaciones" y otra serie de conceptos bastante curiosos cuando menos. De la idealización del "tiempo pasado" parten muchos de los mitos creados... existe la tendencia a considerar que la juventud es la época de mayor "libertad" y "efervescencia" del individuo.

A ese respecto, dos cuestiones: ¿que determina el fin de la juventud? ¿la edad, el componente fisiológico, la madurez? lugares, situaciones... son elementos para entrar a valorar.

En segundo lugar, analizándolo en profundidad ¿era realmente más feliz cuando era "joven"? Imposiciones autoritarias, dependencias de toda índole, desajustes hormonales, emocionales ... Habrá quien si lo considere así y habrá quien se encuentre ante un "ídolo con pies de barro".

Por mi parte lo tengo claro, me considero y me valoro mucho más a día de hoy... basicamente porque puedo decir que "me conozco" y eso me transmite una sensación de "plenitud". Ese es el punto de partida de cualquier proyecto a realizar a nivel personal.

Las conclusiones son las mismas que ya he presentado con anterioridad; la reflexión y el conocimiento personal son los que permiten entablar relaciones solventes. El paso del tiempo, el "hacerme mayor" no ha reducido en lo más mínimo mis ganas de experimentar, de seguir aprendiendo y de disfrutar de la vida con una plenitud que ahora puedo entender. Sigo haciendo cosas dificilmente explicables pero ahora se porque las hago... esa es la gran diferencia. Lo importante no es "Ítaca" es el camino a "Ítaca".

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