sábado, 13 de noviembre de 2010

Plácido

"Y ha amanecido placidamente con cara de señor dormido".

Así ha definido el hijo mayor de Luís García Berlanga la muerte de su padre; me pregunto quien coño le ha dado permiso a Berlanga para abandonarnos... a mi desde luego no me lo ha pedido porque le hubiese dicho que ni de coña.

No voy a descubrir la filmografía de Berlanga, ni el enfoque tan especial que le daba a la realidad que observaba. Creo que ese es uno de los grandes méritos que tuvo como cineasta. Construir un enfoque distinto, un universo paralelo a la cruda realidad que estaba retratando. Por eso títulos como La Vaquilla o la trilogía La Escopeta Nacional se convirtieron en referentes para un público deseoso de que se retratase la España en la que vivían desde un punto de vista alternativo.

Bienvenido Mister Marshall, Plácido y las obras arriba citadas sitúan a Berlanga en mi humilde opinión a la altura de un Valle Inclán metido a director de cine... es decir un creador de "esperpentos" detás de la cámara.

Durante unos días todo serán reacciones y loanzas desmedidas respecto a su talento, la magnitud de su obra etcétera, etcétera; pero la realidad dictamina que España se ha quedado sin uno de los grandes creadores de ese humor inteligente, absurdo por momentos pero sobre todo erótico. Y eso es otro regalo que hay que agradecerle a Berlanga, que en su realidad había cabida para todos los "palos" porque era un retratista del mundo que veía sin inventarse cosas extrañas.

Lo dicho, ¿quién coño le ha dado permiso?

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