Vaya desde aquí mi reconocimiento a aquellos que en estos días han tenido a bien felicitarme por mi aniversario. Les daría las gracias pero no sería demasiado congruente porque no me gusta que me las den y por lo tanto aplico lo mismo a los demás. Me parece una fórmula tan falsa y de compromiso como la de pedir disculpas asi que va a ser que no (fíjense los lectores los equilibrios que hay que hacer para rellenar espacio).
Esta vez no me tomaré la molestia de disimular con mis buenos propósitos para el "año nuevo". Miren ustedes no tengo intención alguna de comprometerme a relacionarme mejor, a ser más agradable ni nada de todo eso. Son algunos años y experiencias las que acumulo en mi zurrón como para saber que ni me sale ni me apetece. Lo único a lo que me puedo comprometer es que si hay alguien a quien le guste o le haga gracia como soy y como me comporto, no se va a sentir defraudado porque he decidido mantenerme en mis trece (bueno y en las catorce, quince). Es lo que me sale y lo que puedo mantener, es lo que puedo aportar son los argumentos que tengo para intentar "convencer" a quien lo necesite "prepáreseme ahora para un duelo armado".
He descubierto que ser un cantamañanas y andar siempre en el filo de la navaja es lo único que merece la pena como aquello de "Unos toquecitos en Plaza Garibaldi:
me viene en contraflujo y me viene usted de lado". Hay demasiadas personas a las que les resulta dificil arrear de frente asi que ampliemos el espectro. Nos lo podemos permitir.
Al final nos quedaremos como siempre mirando hacia donde se pone el sol, pero por lo menos lo habremos hecho con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba en nuestras manos (el fracaso hay muchas formas de disimularlo y esta es una de las más dignas).
Hartos de perder duelos con armas ajenas y a "primera sangre" ahora se hará con las nuestras y en condiciones.
Espero que todo esto haya servido para provocar algunas sonrisas. No porque me haga especial ilusión (lo hago por amor al arte) sino porque será señal de que se han reconocido como uno de los míos (y háganselo mirar porque les aseguro que no es bueno, sano ni recomendable mírenme a mi).
Salud, Cabrones.
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