viernes, 26 de marzo de 2010

Siempre rojo y a la izquierda

Me pedían en un comentario que escribiese algo para los débiles de corazón, me comprometí a hacerlo y a partir de ahí esperemos que salga algo.

Recuerdan estos comienzos a los del "fénix de los ingenios" (pequeña licencia poética que me permito) en su famoso: "Un soneto me manda hacer violante".

Utilizaré como comienzo una anécdota que no por repetida me deja de parecer brillante y viene especialmente a colación; cuenta Michael Robinson que en sus años de jugador del Club Atlético Osasuna estaban preparando un partido contra el Cádiz (si, los que ya tenemos cierta edad recordamos a "nuestro" Cádiz en primera división). En aquella época jugaba en el Cádiz el gran "Mágico" González (cuya historia daría para muchas entradas como esta). Era el "Mágico" un futbolísta tan excelso como disoluto y traía por la calle de la amargura a Pedro Mari Zabalza -histórico entrenador de Osasuna- buscando la mejor solución encomendaba a Castañeda -uno de sus defensas más afianzados- el marcaje del salvadoreño. Castañeda, viendo la que se le venía encima, le dijo a su entrenador: "No se si va a venir, no se si le va a apetecer, pero como venga y le apetezca... no cuente usted conmigo".

Traigo la anécdota a colación porque siempre me recuerda a los momentos de debilidad, de malestar o de bajón... como cada uno quiera llamarle. Nunca sabemos si vendrán o si les apetecerá, pero como se de la coyuntura al respecto nos la meten hasta los gavilanes.

Lo peor de estas situaciones son las dudas que nos generan, las sensaciones de atasco, de inmovilidad y/o de tristeza y desasosiego. Y lo peor del asunto es que nadie puede hacer nada por nosotros (más que demostrarnos cercanía y apoyo). Sólo el protagonista de la situación tiene en sus manos la posibilidad de salir de ella. Y no suele ser un camino ni sencillo ni agradable... suele incluir excesiva actividad mental (absolutamente contraproducente en este tipo de situaciones ya que lo unico que normalmente se consigue es atascarse más) y una sensación de desapego hacia uno mismo lo cual agudiza la gravedad del asunto.

Quizás alguien se pregunte porque retrato con cierta familiaridad la situación... creo que lo peor en muchos casos es tener la posibilidad de hablar en primera persona y con conocimiento de causa de segun y que problemas. No sirve de consuelo, pero se de lo que hablo porque lo he vivido recientemente y me permite cierta "familiaridad" a la hora de tratar la cuestión.

Espero que haya servido cuando menos de "efecto espejo". Si fuese necesaria cualquier tipo de aclaración, para eso (y para lo que fuese menester) estamos.

Fuerza y ánimo.

2 comentarios:

  1. MUY BIEN EXPLICADO.POCA GENTE PODRÍA DESCRIBIR TAN CLARO ALGO QUE VEO ES COMÚN A ALGUNOS MORTALES...Y SÍ ,LA CERCANÍA Y EL APOYO RESULTA AGRADABLE ...PERO SÓLO ESO:AGRADABLE.
    OYE!ESE ERA EL CADIZ DE HUGO VACA???(O ES QUE SOY TODAVÍA MÁS MAYOR DE LO QUE CREO O NO TENGO NI PAJOLERA IDEA DE FUTBOL NACIONAL?)

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  2. Hugo Vaca coincidió en el espacio y tiempo en Cádiz con el "Mágico". Hugo fue el primer compañero de piso del salvadoreño en Cádiz. Un equipo presidido por Manuel Irigoyen (que cada año era capaz de inventarse algo para que el equipo no descendiese) entrenado por David Vidal, con los Mejías y el Mágico... No creo que haya existido nada comparable.

    Pd: Lo común... quizás ahí se encuentre el secreto de su dificultad.

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