martes, 1 de marzo de 2011

Macroeconomía.

Con todos los quebraderos de cabeza que nos causa a la mayoría la crisis económica, el alza de precios en los combustibles (debido a que en algunos de los países productores de petróleo la gente está muriendo en las revueltas - aunque este parezca un detalle sin importancia - contra los gobernantes que hasta hace nada eran los aliados de los que ahora les denostan y condenan) el paro, la pérdida de poder adquisitivo etcétera, etcétera. Este pasado sábado conocí un enfoque diferente de la situación: conversando con un amigo que regenta un negocio hostelero, me dijo que para él no hay crisis... que sigue trabajando igual, haciendo buenas recaudaciones diarias y que lo único que ha observado ha sido un curioso cambio de tendencia en algunas costumbres.

Resulta que ahora tiene poca clientela a principios de mes y es a finales de mes cuando mejores ingresos tienen; razonábamos que la gente tiene cierto miedo a "no llegar" a fin de mes y por eso ha cambiado de comportamientos. Una vez transcurrida la mayor parte del mes y visto que no hay demasiados problemas ya se relajan un poco y vuelven a echarse a la calle. Somos más conscientes del valor que tienen las cosas y que lo de vivir por encima de las posibilidades que cada uno tiene es una mala idea sobre todo porque es insostenible y ante cualquier pequeño imprevisto la situación se vuelve bastante complicada.

Toda esa teoría macro económica que nos explican es mucho más fácil de entender a nivel de calle porque ahí los problemas son tangibles y sobre todo tienen nombres y caras.

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