jueves, 31 de marzo de 2011

Palabra de dios...

Perfecto, ya están todos de acuerdo.

El Tribunal Constitucional le ha dado la razón al Tribunal Supremo en su sentencia impidiendo que los ciudadanos se puedan dar de baja en la iglesia católica. Usted querido lector puede darse de baja de absolutamente todo (hasta de una compañía telefónica aunque a usted le parezca imposible) pero no de la iglesia católica. Si a usted le han hecho la gracia de bautizarle por el rito católico sin su consentimiento pues se va a tener que joder y vivir con ello el resto de su vida porque resulta que los libros bautismales no pueden modificarse por deseo del interesado...

Esto no sería más que un detalle sin importancia si no fuese porque muchas de esas personas que figuran en los registros de la iglesia católica no han vuelto a pisar una iglesia en su vida salvo con fines meramente turísticos, culturales o para robarla (costumbre que está ultimamente muy en boga siguiendo los mandatos de la iglesia de compartir las riquezas con los más necesitados). Y sin embargo su presencia en los registros sirve para que la curia católica maneje unas cifras absolutamente falsas sobre el número de seguidores que tiene en el país.

Oiga, que si usted es uno de los jerifaltes de una institución a la que le "afilian socios" sin valorar la opinión de estos y de la que después no se pueden dar de baja. Le tienen que salir unas cifras cojonudas y además se ahorran el sueldo de los comerciales.

Tantos siglos de lucha en defensa de las libertades individuales para llegar a estas conclusiones...

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