Como decía en la última entrada los gustos musicales evolucionan y sobre ellos no hay nada escrito. Viene esto a colación del concierto de Barón Rojo que pude ver ayer.
He visto a Barón Rojo con Angel Arias y Vale Rodríguez, con José Martos, con Sherpa y Hermes y con Gorka y Rafa Díaz.
El concierto de ayer con Gorka Alegre a la guitarra y Rafa Díaz a la batería me ha parecido el más dinámico y conjuntado que le he visto a los barones. Fuera del mito de la formación original (que a nivel compositivo nunca ha tenido ni tendrá parangón gracias al buen hacer de Sherpa y Carolina Cortés) los dos conciertos que pude disfrutar con este plantel sobre el escenario fueron emocionantes pero al mismo tiempo faltos de ritmo y de sincronización sobre las tablas.
Armando ha encontrado en Gorka el socio perfecto para sus "gamberradas" sobre el escenario y eso es muy de agradecer. Forman Gorka y Rafa una base rítmica muy sólida y bien conjuntada con el hacer de los hermanos De Castro a las guitarras.
Es evidente que el grupo se resiente a nivel vocal de la ausencia de Sherpa y de la falta de voz de Carlos de Castro. Pero sin embargo se les ve mucho más sueltos sobre el escenario, especialmente a Armando que ayer hacía buena la anécdota de Castañeda con el "Mágico" González: "no se si vendrá, no se si le apetecerá...". Pues Armando ayer vino y le apeteció con lo cual se marcó un conciertazo espectacular.
Una reflexión: cuando se es un grupo con la historia y la carretera que tienen los barones a sus espaldas no es demasiado conveniente que las entradas sean a 20 euros ni que el concierto comience a las 21.30 porque te arriesgas a tener solo a los incondicionales entre el público. Tampoco es muy normal que menos de un año después de su primer concierto con la formación original en A Coruña, sea igual de caro verles con esta formación en Santiago. Hay que tener un poco de respeto por el bolsillo del público en estos momentos.
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