lunes, 5 de marzo de 2012

El efecto Vilas-Boas.

En el fútbol igual que en el resto de los deportes de quipo (y salvo contadas excepciones) son los jugadores los que salen a la cancha a disputarlo y no los entrenadores.

Nunca he creído demasiado en los entrenadores "estrella"; de todo lo que he visto sólo me impresionó sobremanera el Milan de Arrigo Sacchi porqué ahí si que fue el entrenador el que puso en práctica un sistema diferente.

Grandes nombres como Capello, Mourinho, Cruyff, Benítez... Han aportado cuestiones puntuales, (como cualquiera en la disciplina en la que trabaje)pequeños matices que definen la personalidad de cada uno de ellos.

Muchos de estos entrenadores "estrella" no tienen equipo en la actualidad (bien por su propia falta de interés o bien por la falta de proyectos). Hay pocas instituciones capaces de soportar el gasto económico que supone traer a una de estas figuras: sueldo propio, ayudantes, representantes, jugadores del gusto del entrenador y que al siguiente no le servirán... etc.

Los entrenadores no son más que meros empleados de un equipo y tienen que ceñirse a las circunstancias del equipo y no al revés.

El Manchester United lleva casi 30 años con Alex Ferguson de entrenador. Y en esos años ha ganado títulos y los ha perdido de la misma forma que muchos de los grandes equipos europeos. Y sin caer en los dispendios económicos que al resto de los clubes les han supuesto en muchos casos el cambio de entrenador.

Para que el Real Madrid gane en una temporada la Copa del Rey no creo que haga falta tener a un entrenador que cobra una millonada.

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