Me ha costado bastante decidirme a escribir esta entrada porque no estaba seguro de tener claras las ideas que quería exponer. Finalmente he conseguido darles forma y me aventuro a trasladarlas a este espacio.
El 11 de Marzo es desde el año 2004 una fecha, lamentablemente, fijada en la memoria colectiva de los españoles. Todos conocemos lo que sucedió en esa fecha, las cifras de víctimas directas, los lugares de la tragedia... Todo el mundo se solidarizó con las víctimas indirectas (las familias de las víctimas directas).
Hasta ahí todo correcto.
Lo que resulta inconcebible es que 8 años después se haya querido demonizar a quienes eligieron la misma fecha para reivindicar los derechos de los trabajadores o hayan querido protestar por la pérdida de derechos de estos mismos trabajadores.
En ningún caso la convocatoria de estas protestas y manifestaciones ha faltado al respeto a la memoria de las víctimas (ni directas ni indirectas). Y no es de recibo que nadie se erija como portavoz de las víctimas para insultar y faltar al respeto a quien está en todo su derecho de manifestarse y protestar en defensa de sus intereses.
El tiempo es un concepto intangible, por lo tanto nadie se puede autoproclamar dueño de ninguna fecha por muy justificado que se sienta a ello. Ya está bien de manipular la conciencia de los demás con argumentos falsos e inválidos y mucho más con mentiras que son imposibles de sostener.
Ha sido tan disparatado el intento que hasta las propias asociaciones de víctimas de los atentados del 11 de Marzo de 2004 han tenido que emitir comunicados desvinculándose de este tipo de manipulaciones y argumentos avergonzantes.
El respeto que se pide a los demás se debe aplicar primero para predicar con el ejemplo.
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