lunes, 20 de febrero de 2012

Carta a un amigo

La anterior entrada de este blog está datada el lunes 6 de Junio de 2011.

El contenido de lo escrito en esa entrada reflejaba con claridad meridiana cual era el enfoque que iban a tener mis movimientos a partir de esa fecha. Adelantaba ideas que me llevaban rondando un tiempo y a las que finalmente estaba consiguiendo dar forma mental para intentar trasladarlas a un plano físico.

Todo seguía los pasos previos preparados hasta que en un momento determinado hubo un cambio de situación que los dejó completamente desfasados.

Hubo dudas, malestar, inseguridad, enfado y muchas otras sensaciones de índole claramente negativa. Pero al mismo tiempo se iba abriendo paso una corriente de pensamiento de marcado carácter positivo que permitió contrarrestar el peso de las sensaciones negativas.

Una extraña sensación de calma y de luz invadió aquel espacio que parecía claramente destinado a las tinieblas. Desde la calma y la claridad llegó la posibilidad de reducir a su mínima expresión las circunstancias que semejaban tan amenazadoras.

Y a partir de ahí todo se relativizó y se pudo analizar desde la perspectiva adecuada.

A grosso modo...

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